jueves, 31 de marzo de 2011

La Retrogradación de Mercurio

En Astrología afirmamos que un planeta está retrogradando cuando en el Zodiaco se verifica el aparente retroceso de un planeta. Este movimiento que, obviamente no existe en términos astronómicos, se debe a la posición que tenemos en la Tierra como observadores del Cielo y las diferentes velocidades del movimiento de traslación de los distintos planetas. La ciencia astrológica entiende que las luminarias o luminares (el Sol y la Luna), son los únicos cuerpos del sistema que no tienen este movimiento retrogrado.

Pero la pregunta es: ¿Qué efecto produce un planeta en aparente movimiento retrogrado? En primer lugar, siempre produce efectos vinculado con su cualidad y significación, sólo que tiende a ralentizarlo (restarle agilidad y dinamismo) y en ocasiones nos proporciona los efectos negativos que originaría el planeta cuando está mal aspectado.

Hoy día Mercurio ha iniciado su movimiento de retrogradación. El planeta de los mil rostros (recordemos que este planeta gobierna a los nativos del signo de Géminis) y asociándosele con la inteligencia y la comunicación es obvio que los efectos estarán vinculados con su naturaleza. En el tiempo que dure esta retrogradación, que será hasta el 23 de abril se han de producir varios eventos sobre los cuales queremos advertir a nuestros lectores.

En primer lugar experimentaremos una necesidad de explorar nuestro interior o de subordinar nuestra actividad consciente a una evaluación previa por parte de nuestro inconsciente. En el sentido en que lo entiende Karl Jung (el eximio psiquiatra suizo creador de los tipos Introvertido y Extravertido) tenderemos a la introyección, es decir a verter nuestra energía mental hacia nuestro mundo interno. Esto, hará que nuestro entendimiento se ralentice y que necesitemos más tiempo para procesar la información y comprender los eventos que nos ocurran.

Es un tiempo en el que debemos cuidarnos de los robos y los embustes. Es decir un tiempo de vigilia consciente por que podemos ser presas de asaltos, robos o de estafas y engaños. No es recomendable firmar papeles, contratos o compromisos por estas fechas, se corre el riesgo que los eventos que formalizan no se verifiquen o se retrasen. Es necesario que durante estos días cuidemos nuestra comunicación, tanto verbal como somática. Es un tiempo de malentendidos y un tiempo en que es mejor reevaluar, revisar, replanear y retomar o concluir actividades ya iniciadas, antes que comenzarlas. Debemos cuidar mucho nuestra relación con los papeles en general y con los documentos que son especialmente importantes para nosotros, en estos días se producen, algunas veces, pérdidas irreparables de documentación.

Pero también es un tiempo de posibles reencuentros con personas y eventos de nuestro pasado, con los cuales tenemos algo pendiente y que reaparecerán en nuestra vida para recordarnos que debemos cerrar o concluir aquellas experiencias que quedaron truncas en el momento en que perdimos el contacto con esas personas y esas situaciones.

En términos de Astrología mundana, es un momento sumamente riesgoso para entregar armas, por ejemplo, en Libia. Serán días en que las comunicaciones globales y las redes sociales, pueden experimentar retrasos, ataques cibernéticos y en el que se puede profundizar la guerra cibernética entre países que mantienen algún desacuerdo o alguna asimetría. Es necesario que se cuiden las relaciones diplomáticas y no deben iniciarse negociaciones. Es como lo hemos dicho un mejor tiempo para retomar negociaciones. Los estadistas y dignatarios deben cuidar su lenguaje y evaluar muy bien aquello que desean comunicar. Las empresas deben cuidar sus sistemas y plataformas operativas y extremar sus medidas de seguridad para resguardar su información y su arquitectura informática. En lenguaje sencillo son 23 días en que debemos manejarnos con cuidado y estar bien despiertos.

Todos hemos escuchado decir: como cambia la vida de un momento a otro, verdad? Pues así cambia el Cielo y hay que estar atento a sus indicaciones, así los cambios en la Tierra no nos toman desprevenidos.