(SÁBADO 11/6) Desde el día sábado 4 de junio, Venus: el planeta del amor, la belleza y de la pulcritud formal, se encuentra en cuadratura con Neptuno, el visionario idealista y en ocasiones el visionario iluso; idealista cuando se encuentra bien ubicado y bien aspectado e iluso cuando recibe aspectos negativos, como es en este caso. Venus que actualmente se encuentra en 2° 34' de Géminis, en condición de peregrino, es decir transitando sin ver magnificadas sus cualidades (que ya nos la proporcionó cuando transitó por Tauro), pero también sin causarnos mayor perjuicio por el desmedro de éstas, que si pasa cuando se encuentra en exilio o en caída. En este signo Venus y con aspectos positivos (que no es el caso), nos proporciona una vocación egotista, como afirma Lisa Morpurgo, y nos lleva a exagerar nuestra personalidad al punto que solemos hablar mucho de nosotros mismos (Géminis le confiere esa característica), pero también nos lleva a exagerar nuestra vocación por la coquetería y la conquista como forma de autoafirmación. Pero en este caso Venus se encuentra mal aspectado por Neptuno, haciendo que la coquetería y el erotismo se lleve a niveles peligrosos por la insatisfacción y la inestabilidad emocional que nos produce.
Neptuno por su parte se encuentra en su casa nocturna, descansando de una larga peregrinación por los otros signos (anotemos que ha llegado a Piscis después de 150 años). Por lo tanto se encuentra bien ubicado, prodigando lo mejor de sí a los piscianos y prodigando a todos lo mejor de sí ahí donde se encuentra el signo de Piscis; esto, siempre que el Neptuno natal no se encuentre mal aspectado o que en su transito, el Neptuno actual, no forme aspectos negativos con otros planetas, tanto en el Cielo actual como en nuestro Cielo natal.
Esta cuadratura se inició cuando Venus estaba aún en Tauro, esto es desde el viernes 3 de junio y habrá de durar hasta el jueves 16. Según Eloy Dumón, este tránsito nos predispone a exagerar situaciones emocionales sea dramatizándolas o huyendo de la compañía de terceros y especialmente de la compañía de nuestro contexto más cercano. Afirma, además, que hay que desconfiar de las personas que se conozcan durante este período y esperar un tiempo prudencial para conocerlas mejor. Se trata en realidad de un tránsito que enfrenta el bien estar con los sueños y la ilusión y nos predispone al autoengaño, bien emocional o sentimental, más que financiero cono dice Dumón, a menos que el aspecto se vincule con nuestra casa 2 o nuestra casa 8.
Para Charles Carter: “Las mujeres deben tener especial cuidado con sus compañías masculinas, pues el contacto da señales de engaños y los hombres con quienes tropiezan a veces no son lo que aparentan. Cualquier signo de propensión a la bebida o las drogas puede llevar a algo muy grave. A veces la ruina final se esconde detrás de una felicidad preliminar e ilusoria”
Pese a que se trata de un tránsito corto (13 días) puede dejar consecuencias muy graves si no consideramos sus efectos reales: Ilusión, autoengaño y búsqueda de ideales inalcanzables o de paraísos artificiales como el que proporciona el alcohol y las drogas. Pero el peor de los daños lo podemos cosechar si al dramatizar nuestras vivencias emocionales y sentimentales, nos aislamos para proferirnos más dolor por medio de la soledad. ¡No nos dejemos conducir a un período depresivo! Esto es tarea de cada uno de nosotros.