(JUEVES 21/08/2014) Después del descubrimiento que
realizara Carlos Marx respecto de la
importancia que tiene la base material de una sociedad (expresada por la
propiedad de los factores productivos y
las relaciones sociales de producción que de ella se desprenden) en la
comprensión de la superestructura social y la sociedad en su conjunto, pocos
han sido los hallazgos que realmente han impactado en nuestra cosmovisión global
como el realizado por los profesores Gunnar
Heinsohn y Otto Steiger de la
Universidad de Bremen en Alemania.
Ambos académicos, a inicios de la década de los 80 enunciaron
lo que llamaron la Teoría de la presión de la liquidez, señalando que dentro
de la dinámica de las economías capitalistas, el crecimiento económico sólo era
posible bajo la presión de la liquidez.
¿Qué es la presión de
la liquidez?
Heinsohn y Steiger afirman que la presión de la
liquidez es la imperiosa necesidad de poseer liquidez (dinero en efectivo). No
se trata de poseer dinero para poder vivir –ya que si poseemos poco dinero
podríamos comer poco, pero no morirnos de hambre-, se trata más bien de la
necesidad de disponer de una cantidad de dinero muy concreta, fijada de
antemano en un momento concreto y determinado[1].
Profesor Gunnar Heinsohn |
Como afirma Paul Martin, la presión por la liquidez surge
cuando se han contraído deudas que vencen ahora, y se satisface totalmente o no
se satisface, porque obviamente hay que honrarlas.
La presión de la liquidez es, a juicio de los profesores de Bremen, el verdadero motor invisible del capitalismo. Ya que gracias al
endeudamiento que contraen las empresas, endeudamiento que luego transfieren a sus
compradores (a modo de crédito), éstas generan una dinámica –muchas veces perversa- a través de la
cual las personas asalariadas se ven obligadas a trabajar cada vez más para
poder cubrir las deudas que previamente han contraído.
Profesor Otto Steiger |
Propiedad privada más
asalariados libres = capitalismo. Capitalismo = necesidad de endeudarse para
evitar la aniquilación. Necesidad de endeudarse = presión de la liquidez.
Presión de la liquidez = necesidad de devolver el dinero con sus intereses y
necesidad de devolver el dinero con sus intereses = crecimiento.
La segunda casa
astrológica
En Astrología, como sabemos la segunda casa astrológica, es
la casa de las adquisiciones, la casa de los más fuertes deseos del nativo que
determina la cualidad de la sustancia vital usada por las personas para cumplir
con su destino: “(…) la situación financiera, dinero, bienes y posesiones
muebles, ganancias o pérdidas y el ingreso derivado de esto; capacidad de
ganancia y gastos, deudas personales; el
modo como cumple sus obligaciones”[2]
Observando la casa 2 de la carta natal de una persona,
podemos identificar cuál será su actitud frente al dinero y a todas las adquisiciones
que éste le puede proveer, pero sobre todo nos permite determinar el perfil
patrimonialista que tendrá el nativo, tanto por esfuerzo propio como por
herencias o legados que pudiera recibir, para lo cual debemos complementar la
observación, analizando la casa 8 -la casa de la muerte y lo que por herencia
nos llegará-, situada a frente de la segunda casa.
Esto es sumamente importante, porque una persona que tiene la
casa 2 en Aries o a Marte ocupando dicha casa, será sin duda alguien que habrá
de correr muchos riesgos en este aspecto de su vida, como consecuencia de su
ambición. Mientras que la persona que tenga a Piscis o Neptuno, serán
más bien personas muy cautas y prudentes como consecuencia de su idealismo y
desprendimiento material.Consumo, presión de la liquidez, segunda casa astrológica y el equilibrio personal
En Coaching Astral,
estamos convencidos que en la gestión y en la sincronización del consumo, con la
presión de la liquidez que éste puede originarnos y en el conocimiento cabal de
nuestra segunda casa astrológica, radica la segunda clave más importante para
alcanzar el equilibrio personal.
Anotemos aquí que la primera clave, está en el autoconocimiento y en el desarrollo de nuestra identidad esencial, ya que aun manejándonos bien en las finanzas, sino tenemos autoestima y una fuerte consciencia de sí mismo, nada de lo que tengamos o dejemos de tener nos servirá, como lo constatamos casi a diario con aquellas personas que se hunden en la depresión y sucumben al impulso del suicidio, bien porque carecen de dinero o porque lo poseen en exceso.
Anotemos aquí que la primera clave, está en el autoconocimiento y en el desarrollo de nuestra identidad esencial, ya que aun manejándonos bien en las finanzas, sino tenemos autoestima y una fuerte consciencia de sí mismo, nada de lo que tengamos o dejemos de tener nos servirá, como lo constatamos casi a diario con aquellas personas que se hunden en la depresión y sucumben al impulso del suicidio, bien porque carecen de dinero o porque lo poseen en exceso.