(JUEVES 05/10/2023 – VIERNES 13/10/2023) Cuando concebí el concepto Coaching Astral®, consulté a dos amigos astrólogos acerca de su parecer respecto a la idea de entrenar a las personas guiándonos por su carta natal. Como era de prever obtuve dos opiniones abiertamente divididas. El primero de lo consultados afirmó parecerle un desatino pretender entrenar a una persona a partir de su carta natal; y el otro amigo astrólogo dejó abierta la posibilidad de que esto fuera posible.
En Coaching Astral, pensamos que La astrología tiene dos
propósitos fundamentales: UNO, facilitarle el autoconocimiento al
consultante a través del estudio de su Cielo; y DOS ayudarle a construir
su mejor futuro posible. Por esto la ciencia astrológica no debe renunciar
a la exploración del futuro y de los escenarios posibles a los que habrá de
enfrentarse el consultante.
Renunciar a la predicción y el pronóstico, limitaría la
astrología a una narrativa -y en ocasiones a una palabrería- intimista orientada
a ganar clientes partiendo de la premisa de que los estados de ánimos y
sentimientos gobiernan a las personas de modo inequívoco e intermitente (que es
solo una parte de la verdad) y que los hitos marcados en su mapa natal se
enseñorean sobre ellos sin mediar la posibilidad de anticipar los sucesos que
en el futuro se les puedan presentar.
Esta renuncia tiene sentido si convenimos que es más fácil ganar
adeptos en base a la exposición de algunas generalidades expuestas de manera ambigua, que hacerlo a través de predicciones y pronósticos que el consultante
puede constatar y confrontar con su día a día o su futuro de mediano y largo
plazo. No puedo decirlo mejor que E. A. Dal Maschio en su libro Platón
cuando critica las artes adivinatorias al ocuparse del Oráculo de Delfos,
mítico centro de adivinación donde los antiguos griegos asistían para preguntar
acerca de su futuro:
“Tras realizar una serie de actos rituales (…) la
sacerdotisa (la Pitia o pitonisa) bajaba y emitía su responso oracular, por lo
general una retahíla de frases inconexas e incomprensibles que debían ser
interpretadas y descifradas por los sacerdotes (lo cual demuestra que las
técnicas de la adivinación no han cambiado mucho desde la antigüedad, pues el
secreto sigue consistiendo en dar respuestas lo suficientemente ambiguas e
interpretables que sirvan para un roto y un descosido)” [i]
Para cumplir con el propósito astrológico de facilitar el
autoconocimiento contamos con la astrología genetliaca, que es la rama de
la astrología que se encarga del estudio e interpretación de la carta natal de
las personas; en palabras de Nicholas Devore: “(…) la que trata de la
genitura en una natividad”[i].
Y para predecir y pronosticar eventos y sucesos futuros, los astrólogos
contamos con la Astrología Predictiva que el propio Devore define como la rama
astrológica que estudia las “Direcciones”, es decir las variadas técnicas y las
herramientas que utilizamos los astrólogos para proyectar el porvenir. Para
decirlo en sencillo, los recursos de que disponemos los astrólogos son
funcionalmente equivalentes a los que disponen los estadísticos para proyectar
el comportamiento de las variables que analizan.
Igual como sucede en la estadística, la exactitud de los pronósticos o las predicciones que se hagan dependerá de dos factores: primero, de la exactitud y la fidelidad de la data o la información que se tenga de la persona o el evento en el momento de estudio y segundo, de la pericia y la idoneidad del astrólogo que realice el análisis y la interpretación.
Aún el análisis y la interpretación más rigurosa no excluye la
posibilidad de que falle, pero el pronóstico debe ser claro y asertivo y además debe evidenciar la causa del probable cambio de giro de la predicción.
La infalibilidad no existe en la
Astrología como tampoco en la estadística, tal como lo demuestro en los artículos que inserto
al final de esta entrada. Concluyo citando a Eloy Dumón, que fue uno de los
mayores cultores de esta rama de la Astrología y que la definió así:
“(…) El propósito de la astrología predictiva es ayudar a
que la gente haga mejores elecciones, aclare la naturaleza del ambiente
psicológico que atraviesa y le sirva como un faro que ilumina su derrotero en
la vida. (…)” [iii]
Perú 2015: Consejo de un astrólogo para los economistas en este año (1ª Parte)
Perú 2015: Consejo de un astrólogo para los economistas en este año (2ª Parte)
"Pronóstico verificado: Economía peruana creció 3,26% en 2015"
1 DAL MASCHIO,
E. A.: Platón La verdad está en otra parte. Batiscafo, S.L. España,
2015.
2 DEVORE, Nicholas: Enciclopedia
Astrológica. Editorial Kier S. A. Segunda edición, Buenos Aires 1977.
3 DUMÓN,
Eloy R.: Astrología Predictiva. Editorial Kier S.A. Buenos Aires 2007