(SÁBADO 4/6) Hace cerca de tres horas: 13:55 horas del TUC (9:55 hora de Nueva York, 8:55 hora de Lima y 10:55 hora de Buenos Aires) Júpiter acaba de ingresar a Tauro. Como siempre lo decimos aquí, el tránsito de este planeta tan generoso y en ocasiones dispendioso, es en términos generales bueno para todos; siempre que en su trayectoria no forme aspectos negativos con nuestros planetas natales, ni se encuentre mal aspectado en nuestra carta natal. Hay que recordar siempre que los planetas mal aspectados o mal ubicados en nuestra carta natal, por más positivos que sean (como es el caso de Júpiter) tienden a disminuir su efecto benéfico en nuestra vida y hasta pueden generarnos problemas.
Júpiter representa la expansión, el crecimiento, la fortuna, pero sobre todo representa algo más importante: el optimismo; esto es la inserción proactiva en el medio ambiente y la identificación con todos lo valores positivos de la vida, que astrológicamente la definimos a partir de esa actividad inconsciente y mecánica en la que muy pocos reparamos, pero de la cual depende toda nuestra existencia: la respiración.
Júpiter en Tauro se exalta y sus efectos benéficos se orientan a las cualidades del primer signo del elemento Tierra. Si en Sagitario, su domicilio diurno, nos contagia de altruismo, valores y optimismo compartido; en Piscis, su domicilio nocturno, nos proporciona idealismo y ensoñación para recordarnos como el poeta y dramaturgo, que la vida en el plano material, tan real como se nos presenta, no es más que un sueño y que los sueños, sueños son (escuche el Monólogo de Segismundo aquí) y que sólo se trascienden viviendo en un plano superior. Pero es en Tauro, donde Júpiter, extiende su influencia expansiva y nos ayuda a vivir mejor el sueño en el plano material y, también nos recuerda que somos un cuerpo físico, con públicos y velados placeres, que tenemos derecho a experimentar y disfrutar. De ahí que este tránsito se vincule con la fortuna y con la posibilidad de conseguir medios económicos para nuestra supervivencia.
No hay duda que todos experimentaremos, en mayor o menor medida, un optimismo connatural a nuestra respiración, para ello sólo requerimos respirar conscientemente y rítmicamente, ventilar nuestro hábitat y, como no, dispensarnos todos los placeres que podamos darnos: disfrutar de nuestra sexualidad, de nuestros alimentos y claro, de una buena copa de vino. Y si acaso atravesamos por un resquebrajamiento de nuestra salud, también será bueno el tiempo para sanar nuestro cuerpo físico.
Repetimos: tiempo bueno para todos, salvo por la observación hecha en el primer párrafo. Menos bueno y más bien de relativas dificultades para los nativos de Escorpio o las personas con signo ascendente en él. Pero sobre todo un tiempo inmejorable para los nativos de Tauro, que se verán favorecidos por Júpiter hasta el 12 de junio de 2012. Entre especialmente favorable para los nativos de Tauro como ya lo señalamos en una entrada anterior. Entre el 31 de agosto y el 26 de diciembre, Júpiter retrogradará del grado 10 de Tauro, al grado 00 en el que se encuentra hoy, repasando dones, pero también lecciones. Disfrutemos de este tránsito en la medida de nuestras posibilidades.