jueves, 5 de mayo de 2011

Sextil de Marte con Neptuno


(JUEVES 5/05) El guerrero del cielo (Marte), ubicado en el signo de la reacción (25° Aries), es decir en su casa donde ostenta sus mejores cualidades, inicia hoy un Sextil (60°± 5° de distancia) con el visionario idealista (Neptuno) que se encuentra en el signo de lo oculto y de la compasión universal ( 0° 52' de Piscis), su domicilio, por lo cual si no tiene aspectos negativos en nuestra carta natal, también nos está proporcionando lo mejor de sí: ese sentir altruista vinculado con el bienestar general antes que con el bienestar propio.
Este Sextil que habrá de durar hasta el 19 de mayo, nos proporciona la posibilidad de lograr aquello que nuestro seguidor el amigo Frank Mancusso señaló en una de sus notas: “Equilibrar al equilibrista”. Debido a que ambos planetas están en sus casas y que Marte se encuentran en el primer signo del Zodiaco, del mismo modo que Neptuno se halla en el último de ellos; la probabilidad de lograr el éxito en la tarea de alcanzar el equilibrio, se ve incrementada en los 14 días en los que dure este aspecto.

Marte: ambicioso, proactivo y violento, se ve armonizado por el idealismo visionario y soñador de Neptuno que ha llegado a su casa, para que evaluemos nuestra evolución axiológica (en función de los valores) y nuestra evolución espiritual. La identidad personal, simbolizada aquí por Aries que corresponde a la casa 1 (la casa de la identidad), también se encuentra enriquecida por el inconsciente y la profundidad fusionadora de la casa 12, simbolizada por Piscis en donde se halla el dios romano del tridente, ya que es la casa de lo oculto, de lo no visible y la casa de la disolución personal y la fusión universal.
Estos días serán muy importantes para evaluarnos de un modo integral. Días para alcanzar un nivel óptimo de armonía entre nosotros y los otros. Días en los que habremos de ser especialmente receptivos y sensibles, al discurso de igualdad y fraternidad; pero sobre todo, días para mitigar o disminuir nuestro egoísmo y desarrollar nuestra vocación de servir a los demás.