(DOMINGO 28/10) Astrológicamente Saturno es considerado un planeta que combina la cualidad del frio con la sequedad.. Morin de Villafranche, en su Astrología Gallica[1] –considerado uno de los libros clásicos de la Astrología científica, afirma que Saturno en su combinación de cualidades primitivas, lo Frio y lo Seco son las que prevalecen, siendo ligeramente superior la cualidad de frío sobre la cualidad de lo seco.
La combinación de estas cualidades, tal como lo afirma Adolfo Weiss en su Astrología Racional[2], en lo orgánico y lo fisiológico, esta combinación actúa en el sentido de la concentración, esto es: disminuyendo el calor y la vivacidad, retarda los fenómenos de combustión y entorpece las funciones orgánicas, ya que como sabemos ninguna de estas cualidades (el frio y lo seco) favorecen a la vida.
En el plano psíquico Saturno, por el frio aporta lentitud y reflexión, seriedad, profundidad, frialdad, taciturnidad, concentración, predisposición a un temperamento triste, pesimismo y acentuación del Yo debido a una orientación marcadamente egocéntrica. En tanto que por lo seco predispone al esfuerzo vehemente, la dureza, la rigidez, la intolerancia y el afán de mando.
La combinación de estas características sirvan para describir la acción y el influjo de Saturno en la antigua tradición astrológica. De ahí que Saturno desde la antigüedad haya sido vinculado con la oposición a la vida y la vivacidad –condición necesaria para la supervivencia- y con la predisposición a la soledad, la concentración, la reflexión, la paciencia, la precaución, la economía y la disposición a disfrutar de los placeres sociales y la felicidad material, que buscan por ejemplo, los nativos de Capricornio, signo zodiacal regido precisamente por este planeta.
En la tradición astrológica antigua, Saturno siempre fue considerado como el “El Maléfico mayor” o también “El Infortunio mayor”; como sabemos esta misma tradición consideraba a Marte “El Maléfico menor”. Se trata de un planeta mayor, vinculado al elemento tierra, de género masculino-activo, que tiene sus domicilios en el Signo de Capricornio (domicilio Diurno) y en Acuario (domicilio nocturno), signos en los que se encuentra en buen estado cósmico, es decir en los que proporciona sus mejores cualidades y otorga sus mayores beneficios.
Se encuentra en exilio en Cáncer (signo opuesto a Capricornio) y en Leo (signo opuesto a Acuario), que son los signos en los que se encuentra en mal estado cósmico y en los que se expresan los influjos más duros y negativos del planeta. Saturno se exalta en Libra, signo en el cual expresa sus cualidades de un modo exagerado y en ocasiones de forma maniquea, y se encuentra en caída en Aries (signo opuesto a Libra), posición en la que expresa lo más negativo de su influjo.
Como señala Adolfo Weiss a Saturno se le atribuyen una serie de analogías generales: en el plano físico se le asocia con caída al precipicio, con la rigidez, inercia, peso y gravedad de la materia y en el plano abstracto se le relaciona con la restricción, la estrechez, la pobreza y la miseria; también con la lentitud, lo negativo, el retraso, el tiempo, la muerte, el frío, la calcificación, la tristeza, la suciedad y la cristalización.
Los órganos que rige Saturno son el oído derecho, el bazo, la vejiga, huesos, dientes y las enfermedades de estas partes del cuerpo. Quienes tienen a Saturno como planeta regente de su signo solar o como maestro de su Ascendente tiende a tener una constitución física muy débil en la juventud que –sin embargo- con el paso de los años se fortalece.
Los minerales relacionados con Saturno son el carbón, el antimonio, plomo y uranio. Entre las plantas, se le vincula con aquellas que tienen cortezas duras, las rutáceas, las liliáceas, los tubérculos, el aloe, la casia, el níspero y la mirra.
Los colores afines a Saturno son los tonos negros, grises y castaño. El 8 y el 15 son los números congeniales al planeta. Rige la vibración del día sábado. Los días sábados rige la 1ª y la 8ª hora después de la salida del Sol y la 3ª y la 10ª de la noche siguiente
En buen estado cósmico, Saturno proporciona a la persona que lo tenga así dispuesto en su carta natal, un sentido justiciero, espíritu de investigación filosófica y metafísica, profundidad en sus pensamientos, tendencia al ascetismo, don de concentración, ascensión lenta pero sostenida. En mal estado cósmico, lo hace frio, calculador, egoísta, mezquino, dogmático, temerosos, codicioso, falso, hipócrita, pesimista y con tendencia a violentar a las personas por afán vengativo y con una frialdad y un cálculo deleznables.
Entre las analogías que más marcan a Saturno está el considerársele el “Señor del Karma” y el “Guardián del Umbral” es decir el señor de todos los procesos de aprendizajes duros y frontales, y, también el Maestro de toda iniciación espiritual. Sin duda, tal como lo señala el propio Weiss, es uno de los planetas más importantes en la formación del carácter de las personas y del destino en la figura natal de todo individuo.
[1] Jean-Baptiste Morin de Villefranche: Astrología Gallica. Obra publicada póstumamente en La Haya en 1661, cinco años después del fallecimiento del extraordinario astrólogo francés.
[2] Adolfo Weiss: Astrología Racional. Editorial Kier, 5ª edición. Buenos Aires 1979.